Francisco Pantoja García
Actualmente demasiadas personas no practican ningún deporte, tendencia que ha ido aumentando en los últimos diez años. No existe conciencia alguna de que el actual sistema sedentario de vida, se traduce automáticamente en un deterioro de vida, no hay preocupación por llevar algún tipo de ejercicio, aún cuando se sabe de ante mano que al hacerlo por consecuencia se gana una faceta enorme de ventajas, desde un control de peso hasta el quitar una multitud de padecimientos que están de moda (colesterol, aumento de triglicéridos, diabetes, hipertensión, etc.).
Ante todo se ven muchos jóvenes que no presentan ningún tipo de interés por mejorar su estado físico y si un aumento de personas obesas a distintas edades. Aún no existe la cultura que se pueda iniciar desde la infancia o en la misma juventud donde esos hábitos sedentarios se van adquiriendo, se vayan borrando o donde el cigarro y el alcohol cuando hacen su aparición provocan que se le alejen del deporte. Existe una máxima que dice: “Cuando no haces ejercicio estando sano, vas hacerlo cuando te enfermes, no debemos llegar a ese nivel extremo. La salud es un trabajo de todos los días, por muy bien que alguna persona se sienta, siempre se puede sentir mejor. El tratar de pasar la vida con menos dolores posibles es un error, se debe luchar no en contra de la enfermedad, sino a favor de la salud ya que siempre se pierde al luchar en contra de la enfermedad; la salud sencillamente es el equilibrio entre lo mental y lo físico.
Recurrir a algunos motivos por los cuales pienso que la gente no hace deporte, desde la necesidad de salud, la convivencia de no hacerlo, las improvisaciones con que se hace, la facilidad, comodidad o ingenuidad con que se toma, la flojera o ignorancia con que se aprende o alguna forma de sugestividad; la misma política que nunca falta.
Salud.
Se habla mucho de que el deporte es el remedio contra todo vicio, de que es una prevención, una solución y se le menciona a la gente que practique el deporte para tener salud, que viva sin stress, sin padecimientos, sin no se cuantas cosas más. Pero, prefiere permanecer en estaticidad que le parece encantadora, donde nadie hace un esfuerzo, no existe la palabra voluntad, el dolor no es parte de ellos.
Lo que más molesta, es que la gente se engañe, o sea, que se queje de todo lo que le molesta (un simple rasguño, un golpe insignificante, un dolor de cabeza) hasta de lo que no le molesta, pero no hace nada para remediarlo que no sea más que ir a un centro de salud (más bien parece centro de enfermos) o a ver a su médico para que le diga que hacer para quitarse su padecimiento. Lo remedia por algún tiempo con alguna medicina, haciendo desaparecer el dolor, maquillando la enfermedad por un momento, sabiendo que sigue sin resolver el problema (como el sobre peso, hipertensión, diabetes, etc.)
Lo que se busca es la facilidad y la rapidez para salir del problema, porque van a volver a caer en los mismos errores. Se les recomienda que hagan ejercicio y cuando lo hacen es de una manera insignificante, sin sentido, sin conocimiento, sin ganas y todo mal. Si llegan a lesionarse que es lo más común en estas gentes, le echan la culpa al ejercicio, y así, dejan de hacerlo.
Sugestividad.
El deporte no es como ese vicio que existe por parte de esas organizaciones de represión de los institutos como son los medios de comunicación que hacen su labor de hábito desde sus puntos de vista. Empiezan a través de toda clase de impresiones escritas (historietas, periódicos, revistas, etc.) para envolverlos en un especie de conformismos los cuales son anunciados por cualquier medio (televisión, radio, etc.) para su consumo, su mercado no está dirigido a un consumidor de determinada edad, es para todas las edades. Los “expertos” del medio masivo van transmitiendo esos valores requeridos para una educación “adecuada” de eficiencia, de tenacidad, de liderazgo, de personalidades ideales. Y esa cultura más media se convierte en monopolista para la preservación del sistema en su conjunto. La gente prefiere ver televisión, escuchar radio o no hacer algo que hacer deporte. El deporte se debe inculcar desde la infancia como una satisfacción sustitutiva para ir creando un hábito.
Flojera.
Vemos esa pobreza motriz exhibida en la mayoría de las personas, a todas las edades, a causa de los medios modernos de transporte donde la gente dejo de correr, bueno, más bien dejo de caminar una mínima distancia, ya sea para comprar algo o llegar a algún lugar. Se ve gente que toma el camión para bajarse a unos quinientos metros de distancia, poniendo como pretexto el tiempo mientras que la espera para tomar el autobús es muy larga o porque está muy fuerte el calor, etc. Por su parte los que tiene carro, la comodidad los ha envuelto, ya no salen sin él. Bueno el colmo ha llegado a su casa, no se mueven ni para cambiarle de canal a su televisor o meter algún disco a su estéreo para escuchar música. Se le hace más fácil estar viendo el deporte que practicarlo, sus emociones son de butaca, sillón o cama, con la suficiente comida chatarra para ver su deporte favorito.
Pertenecía.
La política entrada al deporte desde el juego de rivalidades entre los mismos miembros, donde las intrigas por un puesto insignificante pone en acción todo un sistema de lucha de clases a través de este enfrentamiento que se da a nivel personal o en la escala de comités y de clubs por interés. En México es muy usual este enfrentamiento donde nadie puede ver crecer a otro. En ningún aspecto, ni aun cuando se trabaje desinteresadamente, siempre buscan un pretexto para poder criticar a otro. Existe otro indicio en donde los partidos políticos en su afán de recolectar votos, aplican al deporte sus fines políticos a través de la demagogía electoral. En las campañas políticas es muy usual “ayudar” a organizar eventos deportivos en donde ofrecen lo que no tienen o no van a cumplir (las promesas) con el fin de obtener ese beneficio anhelado que es el voto.
Lo hay también a nivel internacional, donde vemos que nos ofrecen una caracterización política correcta del deporte. Donde hombres de distintas potencias no dejan de alabar el deporte y sus virtudes pacíficas. Aún cuando la llama olímpica contribuye a la consolidación de la paz y a la comprensión reciproca. Todo es una lucha entre naciones que quieren demostrar al mundo lo poderosa que son en cuanto a inversión deportiva.
Para muchas naciones que quieren demostrar al mundo lo fuerte que son en cualquier aspecto, lo hacen a través del deporte, donde se nota la calidad de vida, donde se alaba al deportista dándole el lugar que se merece… El ejemplo a seguir, la disciplina, la valentía, el coraje, etc.
Inversión.
En México no hay inversión para el deporte porque no tiene ninguna retribución económica, todo lo hace a través de improvisaciones donde los deportista se someten a algún tipo de competencia que se organiza para sacar una selección que sea “digna” de representar al país, a su estado, a su municipio.
Vemos a las selecciones improvisadas, dándoles su uniforme que representan a sus estados, que los sacan del horno, como si estuvieran guardándolos para ese evento, si por azares del destino el deportista llega a sobresalir (ganar una medalla) se vuelve un peón, un engranaje del sistema administrativo, por un momento ya no es un ciudadano cualquiera, es un deportista que se identifica con el aparato del estado. Es una forma de desviación política a las masas y transformar sus aplausos por los resultados deportivos en una aclamación del sistema político establecido. Pasando su tiempo y el de las promesas la gente se olvida de él para dejarlo en el pasado y el estado sigue de mago, ilusionista, sacando del sombrero el mismo truco. La mayoría de deportistas se han hecho por sí mismos sin la ayuda de ninguna institución. Al único que se le invierte es al futbol porque tiene más difusión, más publicidad.
Ignorancia.
Existe una cultura de estado que se convierte en monopolista, al igual que los medios de comunicación que deforman el significado del deporte. Un ejemplo palpable lo vemos cuando va a jugar la selección de futbol, donde se anuncia por todos lados y a toda hora que se pongan la camiseta y los primeros que lo hacen y los primeros que lo hacen son los comentaristas del deporte, pero antes de que se termine el torneo al que asiste la selección, ya se la quitaron antes de que éste termine, por la sencilla razón de que no le ganaron a quien debían ganarle. Cuando le ganan a un equipo grande, le ponen no se cuantas objeciones desde decir que fue por suerte, el otro equipo se dejo ganar, el arbitro influyo, no tenia importancia para el otro equipo, y no se cuantas tonterías inventan para menos preciar a su selección. Lo mismo pasa con otros deportes como el atletismo donde esos ratoncitos de la pluma, esos comentaristas liliputienses sacan la estupidez de decir que nada más corren por ganar dinero.
Me pregunto esos ratoncillos y esos enanos del micrófono lo que hacen es por diversión o porque quieren salir en la televisión o escribir en los periódicos, hablar en la radio, por diversión, por hobby. Se les nota el poco conocimiento y la mucha ignorancia, a esas gentes que detrás de su escritorio o frente a las cámaras dicen tontería y media y todavía le pagan por hacerlo. Comentaristas lacayos que se dedican al deporte comentado sin tener la preparación y lo único que hacen es influir en la gente. Aquí me pregunto, que los espectadores no se dan cuenta o no quieren darse de que son manipulados visualmente por esos emporios electrónicos; por medio de esos comentaristas chatos que encontraron un espacio para dar sus interpretaciones erróneas, a conveniencia, conduciendo a los televidentes a un irracionalismo y manteniendo una idea falsa de “especialistas” del deporte, el que desconocen porque nunca lo han practicado y si lo hicieron fueron unos fracasados que ni siquiera entendieron lo que practicaban.
Facilidad.
El deporte que más se practica es el futbol y quien lo hace, es de forma inadecuada. Se ve por todas partes gente echándose una cascarita, o entrando algún torneo de sábado, domingo o entre semana sin haber entrenado durante algún día, hasta crudos andan participando, llegan al partido sin calentar, sin los atuendos necesarios (espinilleras, vendas, etc.). Se ven gentes con sobrepeso, lastimados ya sea de una rodilla o algún musculo y juegan sus veinte minutos mientras llega el suplente, ocupan puestos dentro del campo que nunca lo han hecho o sea como todo buen mexicano, improvisan se dice que el futbol es el deporte del hombre, más se deben llamar el deporte de la facilidad, donde todos lo hacen.
No quiero generalizar, hay también demasiados jóvenes que desgarrados entre una esperanza poco activa y ese temor por un porvenir incierto, se dedican por completo al futbol entrando en una disciplina que puede hacerle cambiar su vida, alentados por una difusión de estrellas que ganan demasiado dinero, buscando ese desafío que pueda hacerlos triunfar. Se entra al deporte por fama, por dinero por un cambio en su vida.
Formación.
Se puede ver que la práctica deportiva en las escuelas es muy efímera, se habla de que sería un remedio contra las relaciones sexuales precoces, contra las drogas y el alcohol o la agresión. Pero es nada más un decir, ya que la mayoría de instituciones privadas, no tienen espacios para desarrollar un deporte y las que lo tienen, le dan poca importancia dando por sentado que es lo que más les interesa es el estudio, la carrera que cursará y el deporte es una parte mínima para su desarrollo profesional.
Hay instituciones públicas que ponen de pretexto el poco presupuesto asignado, otros que no tienen los espacios o los entrenadores no están preparados para realizar el deporte. El poco deporte que se les da parece un antídoto contra cualquier vocación que intranquilice las normas o las reglas. Lo que tratara de hacer es “iniciar” a las malas una ética, en una manera de ser, en un comportamiento moral.
Conclusión.
El deporte es una motivación para hacer de ella una cultura, donde el objetivo es comunicar lo percibido, los determinantes ocultos y las experiencias vividas; esos factores externos y sensaciones internas que cuando se mezclan, dan la forma a ese mundo fantástico del deporte.
El deporte es un espacio que enseña más de lo que mucha gente no entiende. Un lugar para alejarse de los vicios y en entrar a un mundo de disciplina donde se captura y se transmite el sabor y el dolor de la acción. Donde aprendemos con el cuerpo. Una rutina que se puede volver cultura.